Tras dejar el caribe, me vine en bus nocturno hasta Bucaramanga, en la provincia de Santander, al centro de Colombia.
El trayecto fue de unas 11 horas, pero se me hizo corto porque fui practicamente durmiendo todo el tiempo.
Es increíble como se puede adaptar uno a este tipo de viajes. Recuerdo que antes apenas podía aguantar 3 horas en avión en las era imposible relajame y menos dormir.
Ahora, en cambio, tengo travesías en más de 15 horas en bus, de las que puedo dormir tranquilamente 10 horas.
Ya en Bucaramanga tomé un taxi en la estación y me dirigí a la casa de Carolina, mi CS, que me esperaba.
Carolina es un cielo de niña. Puro amor. Me recibió con una desayuno y fuimos a dar una vuelta por la ciudad.
Bucaramanga es conocida como la «Ciudad Bonita», «Ciudad de los Parques», o «Ciudad Cordial».
Lo de los parques es lógico...
Lo de bonita, según me contaron es más por la comparación de ésta con otras ciudades colombianas en los años 80. En esa época, las cosas estaban tan mal por el narcotráfico y la violencia, que Bucaramanga sobresalía entre las demás por su tranquilidad y bonitas calles limpias.
Hoy en día es un ciudad normal, como tantas otras. Con sus calles comerciales y mercados de comida.
Y mucho más parques...
Una noche salimos Carolina, su prima y yo a bailar salsa a Calison, el mejor bar para salsa de Bucaramanga.
Tras la cenita y antes de salir, nos tomamos la pertinente botellita de Guaro(aguardiente). A diferencia de nuestro aguardiente de 40%, éste sólo tiene 29%, pero como está tan rico y entra tan bien, uno bebe y bebe y sin darte cuenta ya estás happy...
Mucha gente me preguntaba porqué había venido a Bucaramanga, que no es una ciudad para nada turística. De hecho sólo tiene un hostel y ningún hotel que se pueda considerar barato. Sólo hay algunos más de negocios, y para la gente que viene a operarse aquí de la vista en sus famosas clínicas, que es otra de las cosas por las que Bucaramanga es conocida.
También es famosa por los vuelos sin motor en parapente (Paragliding).
Pues una de las razones por las que vine a Bucaramanga fue por la cercanía a Lebrija, la ciudad homónima a la mía.
Pero de eso hablaré en mi próximo post.
Del resto de días en Bucaramanga no hay mucho especial que resaltar. Salvo parques...
Pero el mejor recuerdo de Bucaramanga fue, por supuesto,Carolina, de la que curiosamente no tengo apenas fotos. Es la chica del centro con pantalones blanco.
Ahí estábamos jugando a un juego bien divertido que invitaron sus vecinos y al que juegan todas los miércoles noche. Es una especie de juego de rol en que pasan de un mundo a otro y tienen premios que los protegen. super interesante. Deberían patentarlo de verdad.
La historia con sus vecinos es super curiosa también. Sorry es algo larga, pero tengo que contarla.
Resulta que como suelo hacer, para Bucaramanga había escrito a 3-4 personas. Sólo Carolina me daba alojamiento, pero había otra chica que decía de quedar para tomar algo.
Un día me llamó para preguntarme sobre Berlín por temas de su trabajo y me pasé por su oficina para contarle sobre mi vida allí y cómo es la ciudad y la gente.
Ella es la embajadora de CS en Bucaramanga, pero no conocía a Carolina. Nada raro pues era practicamente nueva.
Pero Carolina, que así también se llamaba la embajadora, me dijo que me pasara por el hostel Kasa Guane, donde ella había vivido durante 6 meses trabajando en el bar. Era el mismo hostel de Mario, mi amigo suizo, y donde también había trabajado largo tiempo el ex-novio de mi CS Carolina.
Reproduzco la conversación más o menos como recuerdo. (Perdonen algún posible lapsus)
Javier: -"Si has trabajado en Kasa Guane, entonces conoces la ex-novia de Raúl, que siempre iba a buscarlo al hostel. Ella es mi CS, Carolina".
Carolina: -"No, a ella no la conozco. En aquel entonces Raúl estaba con su novia de siempre, una pelada llamada Laura..."
Javier:"Claro, es ella, Laura Carolina..."
Silencio y asombro absoluto en su cara...
Por fin reaccionó:
Carolina: "Noooo.. No me lo puedo creer. Javier, acabo de tener un Déjà vu. Tú eras el que estaba en mi finca hace dos días cuando entré en la casa de Laura a dejarle el colchón para la visita de CS que tenía, verdad? Tú eres su invitado. Y nos vimos ayer en la mañana y ni nos hemos reconocido.."
Así fue. El mundo es un pañuelo. Mis dos CS eran vecinas en una finca. Pared con pared, viviendo en el mismo sitio tres días y ni lo sabíamos.
Decidimos gastarle una broma a Carolina y cada uno la llamo por separado diciéndole que llevámos a un amigo de CS. Fue divertido aparecer en su casa siendo los dos que éramos.
Al final cenamos allí entre amigos, tomando un vinito y jugando a su auto-inventado juego en la "guarida del mono", como llamaban a su finca compartida.
Ya os digo que Bucaramanga no es nada del otro mundo, pero conocer a las dos Carolinas de CS en Bucaramanga es una obigación para todo el que quiera saber lo que es la hospitalidad colombiana.
Gracias, peladas!