No, no estoy llamando a ninguna puerta. Es la oferta más penetrante en Tailandia. Cada vez que sales de un sitio, te bombardean con ofertas de estas motocicletas-taxi. A veces, es una agobio. Otras, un simplemente un puto coñazo .
Pero no es eso un resumen de mi primera semana aquí. Es que han pasado tantas cosas que no sabría como empezar, ni podría resumirlas en una entrada de blog. Es una pena que muchas cosas se vayan a quedar en el tintero de mis recuerdos, pero os aseguro que es imposible meterse a diario para escribir. Desde que llegamos, no hemos parado de movernos, y estamos super contentos. Hace un bochorno terrible y nos llevamos todo el día sudando y bebiendo líquido, pero estamos super encantado visitando sitio turísticos y otros no tanto en lo que la gente incluso nos mira con cara de decir: "Qué harán estos aquí?". Y no, no estamos tan perdidos como ellos creen. Es que vamos buscando lo real, y nos hemos metido ya por mil mercados escondidos donde la carne está rodeada de moscas, los huevos pasando horas a pleno sol y el pescado solo está fresco mientras están en las cubetas aún vivos.
Tras un intensa experiencia en la capital del pecado, Bangkok (Ping-pong show incluído), donde pasamos la primera 4 noches noches en el Hotel Furama Silom, por unos 1750 BAT(40€ habit/noche incl. desayuno). Era tan barato todo, que ni nos podíamos hacer una idea. Estabamos flipando.
Ahora hemos pasado a la Tailandia profunda, pero aún no vamos a adentrando mucho más. Las cosas siguen siendo baratas, incluso mucho más. Por ejemplo, ayer en Ayutthaya, pasamos el día caminando y viendo ruinas de templos budistas. Junto a uno, un mercadito para turistas, aún así, Juan se compró una hamaca por unos 25BAT(0,60€), que en España te habría costado unos 40€, en serio. Uno puede flipar aquí, y no sólo cocn los precios, si no, por la humildad de la gente de esta zona. Le preguntamos al mismo vendedor de hamacas dónde podríamos comer algo. Tras entendernos, le preguntó a su madre (mami, como él nos dijo lleno de orgullo) si nos podía hacer algo de comer en su puesto ambulante. Nos trataron como reyes. Juan y yo estamos todo el día repitiendo lo mismo: para eso hemos venido aquí.
Anoche probamos nuestro primer grillo. Aún no nos atrevemos con esas cucharachas del tamaño de mi pulgar ni con las orugas o escorpiones, pero es cuestión de tiempo. Las comeré.
Por ahora, sin ningún problema con la comida y ni el estómago. Nos hemos adaptado muy bien y estos super contento con todo. La gente es super afable y te dedica sonrisas de las que deberíamos aprender en Europa.
Este el mundo que quería descubrir. Para eso hemos venido aquí.
Que bien empieza esta aventura :) Sigue tomando notas en cualquier momento que tengas un minutito porque vas a vivir tantas cosas -y estás solo comenzando- que te vas a olvidar de tantas cosas y será una pena.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Heidi,
ResponderEliminareres como miss X. Me escribes pero no te conozco. O al menos eso creo. Puedes hacerme salir de dudas?
Rosadooooo.... Eres un hacha. Sigue probando las alas y que no te pare nadie. Te tengo mucha envidia y estoy deseando que llegues a la parte americana de tu viaje para unirme a él siempre que pueda.
ResponderEliminarTu bambino te echa mucho de menos